sábado, 26 de octubre de 2013

¿Dónde juegas?


     No creo que se aprenda mucho escuchando podcasts, realmente no creo que se aprenda nada. Es como querer estar informado leyendo prensa generalista. Sin embargo si creo que puede ser muy útil para descubrir ideas, proyectos, empresas, directivos… Mas tarde, tirando de esos hilos, puedes investigar mas a fondo y ahí sí, si de verdad quieres, aprender sobre algún tema en concreto. Buscar bibliografía, cursar clases relacionadas, esa clase de detalles que marcan la diferencia entre poder ganar al trivial o realmente saber de un tema en concreto.
     Escuchando el podcast sobre emprendedores “duros” me llama la atención algunas ideas básicas, planteamientos generales que te ayudan a afrontar situaciones con un punto de vista diferente. Cómo por ejemplo cuando a Steve Teig le preguntaron que prefería; ganar el premio nobel de química o ser millonario… 
     Detalles como ese ayudan a ponerte en tu sitio, o al menos a mi. Me ayudan a darme cuenta dónde estoy y dónde están los demás. Todo el mundo tiene derecho a creerse importante, a creer que su trabajo, su estilo de vida, ellos mismos (nosotros) no pueden ser mejorada, porque “soy la ostia”, “somos lo mejor”, y  “aquí si sabemos como hacer las cosas de verdad”. Mientras te (nos) estas preocupando en filosofar en Facebook, fotografiar tu comida, archivar los expedientes antes de que caigan de la mesa, subir los datos al servidor, programar la red de la oficina, programar el blue ray, emborracharte en un parking, dar una clase, descargarte las ultimas películas para completar tu colección de muchasisimaspelículasolvidadasenundiscoduroparaverunavezyningunamas. Mientras haces todo eso hay gente que realmente esta cambiando el mundo. El trabajo y/o la investigación que lleva a cabo esta gente, si tiene potencial para cambiar el mundo, mas allá de que por el camino van a volverse millonarios, hay un antes y un después en el mundo, debido directamente a su trabajo.
     
     Si ellos juegan su vida en “championsleage”, yo estoy  jugando en tercera división? ¿En preferente? ¿Dónde juegas?


martes, 8 de octubre de 2013

Fanatismo (1)

fanático, ca.
(Del lat. fanatĭcus).

1. adj. Que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones, sobre todo religiosas o políticas. U. t. c. s.
2. adj. Preocupado o entusiasmado ciegamente por algo. Fanático por la música.

sábado, 5 de octubre de 2013

Respeto

Aeropuerto de Chicago.
Después de esperar 45 minutos por fin embarcamos en el avión, aunque aun nos quedan 30 minutos mas para q se sienten todos los pasajeros. Mientras esperamos a que todo el mundo embarque se sienta un veterano delante de nosotros. Sobre 70 años, bastante envejecido, con una gorra que claramente indica que es veterano de la guerra de Vietnam, con el nombre del batallón, y los años de servicio. No es el tipo de gorra que se puede comprar en el “duty free”. Cuando veo a estos veteranos siempre recuerdo la película de Rambo.
A los pocos minutos y cuando casi están todos los pasajeros se le acerca otro hombre, edad parecida mas o menos, un poco con de cara de traer malas noticias. 
- Hey, hola, te he visto antes esperando a embarcar, veo que estuviste con el 6 verdad?
- Si. Contesta dubitativo y con un poco de cara de susto.
- Yo también estuve allá, del 68 al 70. Se miran a la cara, no se alegran. Parece que fuese lo que fuese lo que pasó, debió ser muy jodido.
-Si? Yo estuve dos años antes del 65 al 67.
- Jmmm… mira, se que aquello fue muy duro, y me alegro de que pudiste volver, no todo el mundo pudo.
- Ya, si, fue jodido. Esta vez le tiembla la voz.
Se produce un silencio incómodo, no se si se van a abrazar, se van a poner a llorar, o las dos. No hay tensión en el habiente, pero hay mucho… contenido, hay mucho respeto detrás de las pocas palabras que intercambian, respeto en mayúsculas.
- Me, me alegro que pudieses volver. Muchas gracias por tus servicios.
Pausa, otra reflexión casi demasiado larga, y le contesta
-Gracias a ti, hombre.
Se dan la mano, en un gesto de mutuo respeto y vuelven a sus asientos.
Ni dos minutos de conversación, la mayor muestra de respeto que he experimentado, Me quedé sin palabras, y “tragándome” todo lo que pensé de Rambo.